Ayer fue el venezolano Willie Romero quién recibió la distinción de "Mánager del Año" y ahora le tocó al lanzador cubano Yoanner Negrín el que obtuvo los máximos honores como "Pitcher del Año".
Ambos reconocimientos ganados a pulso, por lo que hicieron en la temporada regular 2016 de la Liga Mexicana de Béisbol, sin duda ellos fueron los mejores en esos departamentos y merecieron ser reconocidos, amén de lo que se diga que los campeones fueron los Pericos de Puebla y que los Leones de Yucatán no pudieron llegar a la gran final.
La cosa es fácil en este tipo de distinciones, y aunque parezca injusto, las votaciones se basan en lo hecho en el rol regular, y ahí Romero fue el mánager más ganador a lo largo de la campaña, con marca de 77 ganados y 33 perdidos, lo que le dio un porcentaje de .700, algo que hace muchos años no se conseguía en la historia del circuito.
La cosa con Negrín tampoco fue difícil, porque el cubano fue el mandón en el departamento de ganados y perdidos, ya que tuvo marca de 18-1 y una efectividad de 2.29. Sin duda, sí el estadounidense Josh Lowey (Acereros de Monclova) no se hubiera ido a Corea, entonces el antillano la habría tenido difícil, pero el hubiera no existe.
En ambos premios, los integrantes de los Leones hicieron los méritos suficientes y son dignos merecedores.
Otra cosa sería si se tomara en cuenta la postemporada, pero de lo que se trata es premiar a quién tuvo regularidad y efectividad a lo largo de la temporada, y no quién sólo destaca en el playoffs, aunque para ser justos muchos desearían, incluyendome, destacar en la parte final y celebrar la obtención de un título que obtener otro tipo de trofeos, pero esa es otra historia.
Ambos reconocimientos ganados a pulso, por lo que hicieron en la temporada regular 2016 de la Liga Mexicana de Béisbol, sin duda ellos fueron los mejores en esos departamentos y merecieron ser reconocidos, amén de lo que se diga que los campeones fueron los Pericos de Puebla y que los Leones de Yucatán no pudieron llegar a la gran final.
La cosa es fácil en este tipo de distinciones, y aunque parezca injusto, las votaciones se basan en lo hecho en el rol regular, y ahí Romero fue el mánager más ganador a lo largo de la campaña, con marca de 77 ganados y 33 perdidos, lo que le dio un porcentaje de .700, algo que hace muchos años no se conseguía en la historia del circuito.
La cosa con Negrín tampoco fue difícil, porque el cubano fue el mandón en el departamento de ganados y perdidos, ya que tuvo marca de 18-1 y una efectividad de 2.29. Sin duda, sí el estadounidense Josh Lowey (Acereros de Monclova) no se hubiera ido a Corea, entonces el antillano la habría tenido difícil, pero el hubiera no existe.
En ambos premios, los integrantes de los Leones hicieron los méritos suficientes y son dignos merecedores.
Otra cosa sería si se tomara en cuenta la postemporada, pero de lo que se trata es premiar a quién tuvo regularidad y efectividad a lo largo de la temporada, y no quién sólo destaca en el playoffs, aunque para ser justos muchos desearían, incluyendome, destacar en la parte final y celebrar la obtención de un título que obtener otro tipo de trofeos, pero esa es otra historia.
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