JUAN BURGOS AYORA, HISTORIA VIVIENTE DEL BÉISBOL DE OXKUTZCAB

Su mirada, su voz y expresiones reflejan su gran felicidad por recibir un reconocimiento en vida, porque el oxkutzcabense Juan Burgos Ayora sabe que el béisbol ha sido y será su vida, y por eso se siente honrado cuando lo distinguen.
El ex profesor de primaria tendrá mañana, antes del "Clásico Sureño" de la Liga Naxón Zapata entre los Naranjeros y los Forasteros de Akil, el honor de ver retirado su número 3 con los Naranjeros, mismo que estará a lado de otros dos grandes: el No 1 de su sobrino Juan José Pacho Burgos y el No. 10 de Julio Matos Escobedo.
"Siempre que te reconocen en vida, es una alegría enorme, porque significa que hiciste bien las cosas, cada vez que saltaste al campo", comentó el lanzador zurdo.
Reconocido como el pitcher más ganador con los Naranjeros, Don Juan no olvida los momentos más importantes que vivió en su carrera deportiva, desde que en 1958 se hizo profesional con los Pericos de Mérida en la Liga Peninsular, Liga del Sureste y Liga Mexicana de Béisbol con los Leones de Yucatán.
"No puedo escoger un sólo momento, porque todos los atesoro, porque sin duda el béisbol es todo para mí, incluso ahora que soy el seguidor más fiel de los Naranjeros", comentó.
Aunque al principio reconoció que era un "papión de banca", pues tuvo pocas ocasiones de jugar, pero a partir de que el cubano Leonel Aldama le dio la oportunidad, entonces las cosas fueron mejores.
"Leonel también me dio la oportunidad de batear, pues tenía la facilidad de jugar varias posiciones", dijo Burgos Ayora.
El oxkutzcabense no se encasillar como pitcher, primera base o jardinero, sino que se califica como un "pelotero que salía siempre a dar lo máximo, sin importar dónde juegue".
¿Quién lo enseñó a lanzar? Una pregunta que no tarda en contestar: "mi padre".
Su padre, el señor Juan Burgos Durán no sólo lo enseñó, sino que lo obligó a ser pitcher zurdo, pues le gustaban ese tipo de lanzadores y por ello le amarraba el brazo derecho para que lance a la zurda.
Como pitcher, Don Juan tuvo logros históricos en distintas ligas estatales, ya que en 1959 con los Bravos Ucú ponchó a 18, en 1960 le dio el campeonato de Escuelas Normales a San Diego Tekax, con un sin hit ni carrera, que debió ser perfecto, pero un error del primera base lo impidió.
Igual en 1963, en el Carta Clara, Burgos Ayora lanzó  17 entradas y dos tercios con Suma de Hidalgo y salió sin decisión, ya que ganó  William Ávila sin tirar al pentágono, pues sacó el último tercio con una revirada a la inicial, y en la baja de la entrada 18, le dieron la vuelta al marcador y ganaron 3-2 ante Adriano Wong, quien lanzó todo el juego y perdió.
En 1967 lanzó 16 entradas en el Campeonato del Sur con los Naranjeros y rompió el récord  de 13 de Jaime Granados. En 1968 ponchó a 23 e impuso récord.
Tampoco olvida el año 1973 con los Leones, cuando le tocó lanzar al inmortal Héctor Espino (Alijadores de Tampico) y lo eliminó tres veces. Ese mismo año le pitcheo a Miguel Suárez, quien con los Diablos Rojos de México llevaba 10 hits seguidos y el oxkutzcabense lo dominó con un batazo a la segunda base.
Otro dato que no se le olvida fue cuando en 1975 ponchó a 18 y su rival Javier "Asustado" Vázquez nulificó por esa vía a 17, y entre ambos chocolatearon a 35, marca que aún se mantiene vigente.
Burgos Ayora, quien en 1980 fue nombrado por Gabriel  "Naxón" Zapata, presidente de las Ligas Sureña e Interestatal, como el jugador más valioso de la década de 1970 a 1980.
Quién siempre ha estado a su lado y lo ha impulsado y apoyado en su carrera, es su esposa Gloria Aceneth Vega Granados, quien admitió que siempre lo admiró, porque "era un gran pelotero y  estaba guapo".
Luego de contar sus historias y reconocer que hoy en  día  a los beisbolistas les hace falta entrenar más, el lanzador zurdo agradece los reconocimientos en vida, pero igual que haya tenido la dicha de estar presente en los inicios de su sobrino Juan José Pacho Burgos, de quien admitió que nunca pensó que llegue tal lejos y por eso es "mi ídolo como beisbolista".