DICEN QUE EL HUBIERA NO EXISTE, PERO SÍ EXISTE

El día de hoy, después de mucho tiempo, acudí al lugar que me vio nacer y desarrollarme como deportista de alto rendimiento. Tuve la oportunidad de saludar y estrechar la mano de amigos y compañeros atletas, quienes, como todos los días, realizaban sus actividades.
Transcurría el día con total normalidad y mientras intercambiaba comentarios con Cecilia Dzul (entrenadora), ambos escuchamos un grito y un sonido demasiado extraño. Al escucharlo, fue inevitable para mí recordar el día de mí accidente, pues el sonido fue el mismo.
Observé que una compañera atleta se encontraba en el pasto, después de haber recibido un golpe en la cabeza con un utensilio deportivo llamado “martillo”.  Cabe mencionar que éste utensilio es fabricado con acero y su peso va de los 3 a los 8 kg.
Sus compañeros deportistas y entrenadores, al percatarse del suceso, se encontraban desesperados por la falta de paramédicos, doctores o alguien que pudiera ayudarles a detener la hemorragia. Pues, no sólo la sangre era imparable, sino también las reacciones que presentaba el cuerpo de la joven atleta. Entre la angustia y desesperación, trasladaron a la joven del campo central del Estadio Salvador Alvarado, a la entrada del mismo.
La joven fue trasladada en brazos de sus compañeros y entrenadores, pues no había, en ese momento, apoyo paramédico que pudiera asesorar o apoyar en el caso. Ellos mismos intentaron subir a la atleta a la "batea" de una camioneta, pues la ambulancia no llegaba.  Cabe mencionar que ésta llegó casi 30 min después de que golpearon a la deportista con el "martillo".
Por eso decidí escribir sobre el hubiera. Ese, que muchos no reconocen y que para mí, es la diferencia entre una decisión valiente y el conformismo existencial de la mediocridad.
Éste accidente fue originado, porque la joven atleta buscaba informar a otras personas que no se metieran al campo, porque estaban lanzando.
Eso me hizo pensar en:
-Sí hubiera más educación y cultura deportiva
-Sí hubiera acceso restringido a las áreas donde entrenan los deportistas de alto rendimiento.
-Sí hubiera señalamientos.
-Sí hubiera más vigilancia .
-Sí hubiera doctores o paramédicos en el área.
Por eso, digo que el hubiera sí existe y va ligado a decisiones o medidas que no se han tomado con la seriedad que se debería.
Éste incidente una vez más puede reflejarnos lo frágil y momentánea que puede ser la vida.
Lo grave y lo que puede originar una imprudencia.
Lo importante que es tener conciencia e información sobre los cuidados de las áreas de los deportistas y de igual manera contar con médicos y personas capacitadas para cualquier incidente.
Pienso que lejos de tomar ésta experiencia como un tema amarillista o político, cada parte debe asumir la responsabilidad que le toca. Desde los atletas, los entrenadores, las autoridades del estadio y hasta las mismas personas que acuden a diario a realizar ejercicio al estadio, ya que cada uno de los mismos puede dejar que éste tipo de sucesos sigan pasando o que no se vuelvan a dar nunca más.

Comentarios