LOS VENADOS CONTRA LA PARED: CAEN 2-0 ANTE LOS BRAVOS DE CIUDAD JUÁREZ

Al igual como les sucedió en el Clausura 2015, los Venados FC Yucatán no pudieron imponer su condición de local, en la Ida de los cuartos de final del Ascenso MX, al caer 2-0 ante los Bravos de Ciudad Juárez.
Los 7,228 aficionados que asistieron al Estadio Olímpico Carlos Iturralde Rivero salieron decepcionados por la forma en la que los astados se mostraron esta noche, pues desde el minuto 28 se quedaron con un hombre en menos por la expulsión infantil del argentino Gabriel Báez.
Realmente mal comenzaron las cosas para los astados, pues los ataques eran muy débiles y la defensa sufría en serio en cada veloz embate de los Bravos, aunque el gol no llegaba por ningún lado.
Empero, lo que pareciera un serio problema para Juárez, al salir lesionado Mauro Fernández, al minuto cuatro, y en su lugar entró Ían Arellano, hijo del famoso “Cabrito", de pronto comenzó a ser un gran movimiento.
Los desborde del hijo del “Cabrito" Arellano empezaron a desesperar a los yucatecos, y llegaron las amonestaciones dos muy tempraneras para el defensa argentino Gabriel Báez, quien se fue expulsado a los 28 minutos. La primera amarilla la recibió a los 10'.
La tarjeta roja le cambió todo a los ciervos, pues tuvieron que sacar al delantero Víctor Lojero y metieron al lateral Marcelo Alatorre, quien fue perdonado por la directiva, ya que estaba castigado por un problemas con la policía estatal.
El cambio no sentó bien, pues Alatorre se notaba fuera de ritmo, aunque el gol llegó por la izquierda, cuando los juarences encontraron un pase a profundidad y un perfecto centro al ex astado Rodrigo Prieto, quien de cabeza puso el 1-0.
La defensa ciervos pasó serios problemas para encontrar el orden y los Bravos los pusieron en serios aprietos, aunque no cayó otro gol.
Vino el segundo tiempo, y los ciervos buscaban hacer daño con los desbordes de Franco Faría y el olfato de gol del argentino Luciano Nequecaur.
El árbitro Edgar Morales Olvera se convirtió en el mejor aliado ciervos, ya que dejó correr fuertes entradas de los locales y sólo amonestó a Aldo Polo y a Manuel López Mondragón por sendas agresiones sin balón.
Al paso de los minutos, el impulso ciervo se apagó por el cansancio y los Bravos marcaron el 2-0, a través de Josué Gómez, quien acababa de ingresar, luego fe un gran pase filtrado de Prieto.
El partido de vuelta será el sábado en el Estadio Olímpico Benito Juárez, donde los ciervos están obligados a ganar por una diferencia de tres goles algo sumamente difícil, pero no imposible.

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