Los Venados FC Yucatán sabían que anoche tenían que jugar con el “cuchillo entre los dientes” y no podían cometer errores ni desatenciones, lo que al final los llevo a un doloroso revés en el Estadio Olímpico Carlos Iturralde Rivero, con marcador de 2-0 ante el Tampico Madero, equipo con el que luchan directamente en el tema del descenso.
Por si fuera poco, la derrota le corta una mini racha positiva en casa (dos victorias seguidas ante equipos en lo alto de la tabla) y los aleja de sus opciones de avanzar a la zona de calificación, cuando parecían estar más cerca que nunca.
Fue un cotejo luchado, con pocas opciones de gol en el primer tiempo, un enfrentamiento típico de dos equipos que saben que se juegan mucho en el tema del descenso.
Eso hizo que los primeros 45 minutos fueran de poca emotividad, y los goles aparecieran hasta el segundo lapso.
El primer tanto llegó, irónicamente, cuando el técnico Bruno Marioni se arriesgó y sacó a Eduardo Fernández, quien había pasado desapercibido y metió al experimentado Víctor Lojero, quien mejoró el accionar local.
Un minuto antes del gol del Tampico, los Venados tuvieron todo para abrir el marcador, cuando el argentino Lucas Ontivero encontró un balón en el centro del área, pero su disparo se fue muy lejano de la portería.
El saque del Tampico fue rápido y encontró movidos a los Venados, y fue cuando Javier “Chuletita" Orozco, quien había pasado desapercibido, conectó en buena forma el pase del colombiano Jhoao Rodríguez, al minuto 61, para abrir el marcador, pese a que su equipo había defendido más que atacado.
El gol le cambió todo a los astados que se fueron con todo por el gol del empate, pero no hubo quien tuviera la tranquilidad de empujarla.
Cuando más atacaban, un error defensivo, al minuto 83 enterró a los ciervos, y el anotador fue el colombiano Rodríguez, quien fue el que mejores cosas mostró. La defensa no se habló con el portero Armando Navarrete y se dio el 2-0.
Ya en compensación expulsaron al visitante Diego Martínez, pero los astados ya estaban devastados, sin opciones de alcanzar al rival.
Los ciervos se quedaron con 13 unidades, en un viernes 13 que fue de miedo para ellos.
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