LUCHA DE PODERES Y EGOS EN LA... LIGA MEXICANA DE BÉISBOL

Hombre serio hasta el tuétano de los huesos, el yucateco Plinio Escalante Bolio es, en estos momentos, ex presidente de la Liga Mexicana de Béisbol, luego de una reunión celebrada este miércoles en la capital del país, donde ocho dueños de equipos lo dejaron fuera del organismo, al considerar que ha sido parcial en torno al grupo de los siete.
Conocido por su carácter fuerte, Plinio no lo pensó, se salió de la reunión, por lo que se aprovechó para "destituirlo", y luego decidir que se jugará la temporada 2017 con seis extranjeros, tres pochos y dos novatos.
El grupo de los siete no aceptó el irán hasta las últimas consecuencias para no hacer válida esa decisión.  Ese grupo lo forman los Leones de Yucatán, Pericos de Puebla, Acereros de Monclova, Vaqueros de la Laguna, Tijuana, Rojos del Águila de Veracruz y Rieleros de Aguascalientes.
En el otro grupo están los equipos "duros": Diablos Rojos de México, Tigres de Quintana Roo, Piratas de Campeche, Saraperos de Saltillo, Olmecas de Tabasco, Sultanes de Monterrey, Guerreros de Oaxaca y los Generales de Durango.
El tema principal por el que no hay acuerdo,  es que unos quieren limitar a los pochos y los otros quieren que no haya límite.
La gran división de la LMB parece ser una lucha de egos y poder, porque ninguno de los equipos piensa en los aficionados y menos en los jugadores, e incluso se maneja la posibilidad de que se jueguen dos ligas.
Lo que es un hecho, es que en febrero habrá otra reunión, en la que seguramente no habrá acuerdo, pues la lucha de poderes es muy fuerte.

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