Por la forma como jugaron esta noche en el Estadio Olímpico, los Venados FC no merecían liguilla y quizá tampoco participar en la Copa MX, ya que se despidieron de su afición con un empate a uno ante los Cimarrones de Sonora, y mucho desconcierto en sus líneas.
José Sánchez Solá, El "Chelis", en su último día de contrato con los ciervos, utilizó a varios elementos de banca y además los puso en posiciones que no juegan usualmente, como el caso del delantero yucateco Freddy Martín, quien sufrió en la defensa, al igual que el argentino Luis Acuña.
Esos movimientos extraños le pesaron a los ciervos, además de que el yucateco Ulices Briceño falló un penal, y el equipo, en general no creó opciones de gol.
Realmente el resultado es malo, porque los astados pusieron en peligro su calificación al siguiente Torneo de Copa 2017, ya que se quedaron con 20 puntos en el puesto 12 (sólo califican hasta allí) y el domingo juegan los Lobos BUAP Vs la UDG, que tienen 17 unidades cada uno, por lo que a los yucatecos les conviene un empate, ya que algún triunfo de alguno significará bajar a los ciervos.
El partido fue un tanto complicado para ambos, pues en el primer tiempo los astados fueron los que mejor hicieron las cosas, pero sin tino, además de que fueron de más a menos, y los salvó en varias ocasiones el portero Luis Ojeda.
En el segundo tiempo, a los 49 minutos, Miguel Vallejo adelantó a los Cimarrones, en una desatención defensiva.
Fue hasta los 66 minutos, cuando peor se veían los astados, que llegó el gol del empate, conseguido por el uruguayo Sebastián Ribas, en una jugada que pareció autogol, pues su disparo se estrelló en el poste, chocó en un defensa y se metió. El gol se lo acreditaron al charrúa.
Cuando parecía que los astados podrían ganar, pues se marcó un penal, el yucateco Briceño lo falló.
El resto del juego fue de llegadas y desatimos de los sonorenses, así como buenas intervenciones de Ojeda.
Al final, el técnico "Chelis" dijo que se irá de vacaciones y hay un 50% de posibilidades que regrese, ya que necesita un cambio de actitud en el equipo, así como cinco refuerzos que se adapten al presupuesto.
"Mérida es una gran ciudad, pero tenemos que creernos que somos los mejores y para eso hay que cambiar cosas. No jugadores de renombre, sino aquellos que hagan grupo y se sacrifiquen en la cancha", dijo.
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