Estoy feliz. Sí estoy feliz y pienso que todos lo deben estar, porque los Leones de Yucatán han despertado en la Serie Final de la Zona Sur, y regresan a casa con desventaja de dos juegos a tres frente a los Pericos de Puebla.
Sin embargo, no olvido que antes de esas dos grandes victorias en el Estadio Hermanos Serdán de Puebla, para muchos, sino es que la gran mayoría, los Leones eran lo peor, la gran decepción y señalaban a uno o a todos los jugadores como causantes de la debacle.
Esa era la realidad de los aficionados...de ocasión, de moda, esos que sólo se reflejan en las taquillas cuando gana el equipo, pero cuando no es así, entonces sólo se dedican a criticar en sus redes sociales y en todo momento que se les presenta la oportunidad.
Y es una realidad, porque no se puede "tapar el sol con un dedo", los Leones estaban irreconocibles, al perder los tres primeros juegos, aunque hay que tomar en cuenta que el rival cuenta, y había hecho todo lo posible para ganar, y así sucedió. También es una gran verdad que se habían cometido errores defensivos y mentales, al igual que el bateo no había despertado y las decisiones del alto mando no habían sido las acertadas.
Todo es verdad, pero también lo es que eso es lo bonito de este deporte llamado béisbol, uno en el que hasta un lanzamiento puede cambiarlo todo.
Por eso, hoy en día, los aficionados de los Leones deben estar contentos, y deben tener bien fincados los pies en la tierra, de que su equipo, o nuestro equipo, está obligado a ganar los dos partidos que quedan de la serie para avanzar a la Serie del Rey de la Liga Mexicana de Béisbol.
La empresa no será fácil, porque si bien ahora ellos llegan con la mentalidad por las nubes, y los Pericos con las "alas" un poco dañadas, también es una realidad que los poblanos ya ganaron en el Kukulcán en el inicio de la serie, pero sobre todo: "Esto es béisbol y todo puede suceder".
Mi mayor deseo es que los Leones lleguen a otra final y obtengan su cuarta corona de la historia, pero también hay que pensar que pueden ser eliminados mañana domingo, y se acabó la historia de una temporada 2016 en la que se rompieron varios récords en el rol regular, y eso no se borrará, pero hay que tener muy en cuenta que en la postemporada todo puede suceder.
Así que si mañana eliminan a los Leones, sólo nos quedará reconocer su esfuerzo por habernos dado un partido más, y luego dejarle a la directiva el análisis de lo que sucedió, porque sin duda habrá jugadores que no respondieron y habrá integrantes del cuerpo técnico a los que les faltó experiencia para leer los momentos del partido y tomar la mejor decisión.
Sí se gana, entonces habrá que apoyarlos con todo, de igual forma, y saber que un séptimo juego es un volado, y todo puede suceder, porque "Esto es Béisbol".
Lo que quiero decir, es que hay dos oportunidades para los verdaderos aficionados de apoyar con todo a su equipo, o tal vez sólo una, pero deben hacerlo con la confianza de que es lo que les toca, y no convertirse en unos aficionados por conveniencia, los cuales sólo apoyan cuando se gana y no cuando se pierde.
Sin embargo, no olvido que antes de esas dos grandes victorias en el Estadio Hermanos Serdán de Puebla, para muchos, sino es que la gran mayoría, los Leones eran lo peor, la gran decepción y señalaban a uno o a todos los jugadores como causantes de la debacle.
Esa era la realidad de los aficionados...de ocasión, de moda, esos que sólo se reflejan en las taquillas cuando gana el equipo, pero cuando no es así, entonces sólo se dedican a criticar en sus redes sociales y en todo momento que se les presenta la oportunidad.
Y es una realidad, porque no se puede "tapar el sol con un dedo", los Leones estaban irreconocibles, al perder los tres primeros juegos, aunque hay que tomar en cuenta que el rival cuenta, y había hecho todo lo posible para ganar, y así sucedió. También es una gran verdad que se habían cometido errores defensivos y mentales, al igual que el bateo no había despertado y las decisiones del alto mando no habían sido las acertadas.
Todo es verdad, pero también lo es que eso es lo bonito de este deporte llamado béisbol, uno en el que hasta un lanzamiento puede cambiarlo todo.
Por eso, hoy en día, los aficionados de los Leones deben estar contentos, y deben tener bien fincados los pies en la tierra, de que su equipo, o nuestro equipo, está obligado a ganar los dos partidos que quedan de la serie para avanzar a la Serie del Rey de la Liga Mexicana de Béisbol.
La empresa no será fácil, porque si bien ahora ellos llegan con la mentalidad por las nubes, y los Pericos con las "alas" un poco dañadas, también es una realidad que los poblanos ya ganaron en el Kukulcán en el inicio de la serie, pero sobre todo: "Esto es béisbol y todo puede suceder".
Mi mayor deseo es que los Leones lleguen a otra final y obtengan su cuarta corona de la historia, pero también hay que pensar que pueden ser eliminados mañana domingo, y se acabó la historia de una temporada 2016 en la que se rompieron varios récords en el rol regular, y eso no se borrará, pero hay que tener muy en cuenta que en la postemporada todo puede suceder.
Así que si mañana eliminan a los Leones, sólo nos quedará reconocer su esfuerzo por habernos dado un partido más, y luego dejarle a la directiva el análisis de lo que sucedió, porque sin duda habrá jugadores que no respondieron y habrá integrantes del cuerpo técnico a los que les faltó experiencia para leer los momentos del partido y tomar la mejor decisión.
Sí se gana, entonces habrá que apoyarlos con todo, de igual forma, y saber que un séptimo juego es un volado, y todo puede suceder, porque "Esto es Béisbol".
Lo que quiero decir, es que hay dos oportunidades para los verdaderos aficionados de apoyar con todo a su equipo, o tal vez sólo una, pero deben hacerlo con la confianza de que es lo que les toca, y no convertirse en unos aficionados por conveniencia, los cuales sólo apoyan cuando se gana y no cuando se pierde.
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