Después de la eliminación de los Piratas de Campeche ante los Leones de Yucatán, por segundo año consecutivo, me sorprende sobremanera la gran cantidad de felicitaciones que recibe el mánager puertorriqueño Lino Rivera Ortiz no sólo de los seguidores campechanos, sino también de los melenudos y de varios equipos de la Liga Mexicana de Béisbol y de la Liga Mexicana del Pacífico.
Sin duda, Lino ha ganado más que lo que ha perdido en las dos últimase semifinales de la Zona Sur, ambas antes los yucatecos, y es que los amantes al béisbol se quedan con la entrega que los Piratas le pusieron a esta última serie, la cual en mí muy particular punto de vista, ellos mismos cavaron su propia tumba, al cometer errores mentales, tanto a la defensa como en el corrido de bases, y eso al final les pasó factura.
Si bien los Leones hicieron lo suyo, y ganaron la serie 4-2, con todas las de la ley, es una hecho que los filibusteros los superaron en corazón y entrega, y en varios momentos en estrategia, pues el timonel puertorriqueño exhibió ese "colmillo retorcido" que tiene para aprovechar todas sus armas y ganar un juego, tal y como lo hizo en el Estadio Nelson Barrera Romellón, donde en los dos primeros encuentros dio la sensación de que podían derribar a los favoritos Leones, al empatar la serie, pero ya en el quinto choque los melenudos se le escaparon y la historia se finiquitó en el Kukulcán, donde los selváticos parecen ser invensibles.
No me cabeza duda que los Leones son dignos finalistas en la Zona Sur, y que tendrán un rival complicado ante los Pericos de Puebla, para mí una final adelantada, pero si creo fervientemente que los Leones deben mejorar en varios aspectos, sobre todo, en lo que tiene que ver en leer el juego, y hacerle daño al rival con béisbol pequeño, porque pienso que ante los Piratas contó mucho su calidad como equipo, pero ante los poblanos si habrá que hacer un poco más, no sólo confiar en el potencial de sus piezas.
Al hablar de piezas, quiero decir que se debe utilizar todas las armas, y darle movilidad a la banca, porque hay momentos en los que parece que los Leones se mueren con sus mismos titulares, sin importar que lleven ya varias malas noches, caso específico del venezolano Héctor Giménez, quien como extranjero no ha estado a la altura, y se le ha tenido una confianza ciega, sin importar que casi no haya bateado.
La mayoría de los aficionados han entendido que Giménez ha quedado a deber, y en cada oportunidad se espera que responda y "calle bocas", porque es una pieza importante en el equipo, pero también podría ser el factor para no llegar más lejos.
Lo cierto es que el equipo de los Leones está conformado para pelear por el título, y el mánager Wilfredo Romero debe dejar atrás los sentimentalismos, y cada noche seleccionar a los mejores, y hasta ahora Giménez no lo es.
Este sábado, la serie entre Puebla y Yucatán tendrá enfrentados al león Jonathan Castellanos y al perico Mauricio Lara, dos buenos abridores que estoy seguro que ofrecerán sus mejores armas para guiar a la victoria a sus equipos.
Sin duda, Lino ha ganado más que lo que ha perdido en las dos últimase semifinales de la Zona Sur, ambas antes los yucatecos, y es que los amantes al béisbol se quedan con la entrega que los Piratas le pusieron a esta última serie, la cual en mí muy particular punto de vista, ellos mismos cavaron su propia tumba, al cometer errores mentales, tanto a la defensa como en el corrido de bases, y eso al final les pasó factura.
Si bien los Leones hicieron lo suyo, y ganaron la serie 4-2, con todas las de la ley, es una hecho que los filibusteros los superaron en corazón y entrega, y en varios momentos en estrategia, pues el timonel puertorriqueño exhibió ese "colmillo retorcido" que tiene para aprovechar todas sus armas y ganar un juego, tal y como lo hizo en el Estadio Nelson Barrera Romellón, donde en los dos primeros encuentros dio la sensación de que podían derribar a los favoritos Leones, al empatar la serie, pero ya en el quinto choque los melenudos se le escaparon y la historia se finiquitó en el Kukulcán, donde los selváticos parecen ser invensibles.
No me cabeza duda que los Leones son dignos finalistas en la Zona Sur, y que tendrán un rival complicado ante los Pericos de Puebla, para mí una final adelantada, pero si creo fervientemente que los Leones deben mejorar en varios aspectos, sobre todo, en lo que tiene que ver en leer el juego, y hacerle daño al rival con béisbol pequeño, porque pienso que ante los Piratas contó mucho su calidad como equipo, pero ante los poblanos si habrá que hacer un poco más, no sólo confiar en el potencial de sus piezas.
Al hablar de piezas, quiero decir que se debe utilizar todas las armas, y darle movilidad a la banca, porque hay momentos en los que parece que los Leones se mueren con sus mismos titulares, sin importar que lleven ya varias malas noches, caso específico del venezolano Héctor Giménez, quien como extranjero no ha estado a la altura, y se le ha tenido una confianza ciega, sin importar que casi no haya bateado.
La mayoría de los aficionados han entendido que Giménez ha quedado a deber, y en cada oportunidad se espera que responda y "calle bocas", porque es una pieza importante en el equipo, pero también podría ser el factor para no llegar más lejos.
Lo cierto es que el equipo de los Leones está conformado para pelear por el título, y el mánager Wilfredo Romero debe dejar atrás los sentimentalismos, y cada noche seleccionar a los mejores, y hasta ahora Giménez no lo es.
Este sábado, la serie entre Puebla y Yucatán tendrá enfrentados al león Jonathan Castellanos y al perico Mauricio Lara, dos buenos abridores que estoy seguro que ofrecerán sus mejores armas para guiar a la victoria a sus equipos.
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