Los Leones de Yucatán con material para mejorar en la "2da vuelta" de la campaña 2016

Se podría decir que los Leones de Yucatán terminaron anoche la primera mitad de la temporada, pero no es así, porque se han desarrollado un total de 54 juegos y restan 59 de los 113 del rol regular, por lo que estadísticamente será hasta el miércoles próximo en la capital del país, cuando los melenudos sostengan el segundo juego de la serie ante los Diablos Rojos, cuando técnicamente estemos en la "primera vuelta" de la temporada 2016 de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), a pesar de que no hay vueltas, pues el reglamento dice que se juega a calendario seguido, empero, nosotros los mexicanos y más los yucatecos, nos gusta dividir las cosas para hacer balances, análisis, críticas o lo que se tenga que hacer, para saber si se está bien, mal o regular.
En lo personal, al hacer un balance antes de la pausa del Juego de Estrellas, que será mañana, pasado mañana y el domingo en Monterrey, Nuevo León, creo firmemente que en los números, que al final es lo que cuenta, el equipo anda bien, anda en los planeado, pues terminó como el más embalado con ocho victorias al hilo, su récord de 34 victorias y 20 derrotas lo ponen con el tercer mejor récord del circuito, empatado con los Sultanes de Monterrey, y ocupan el segundo lugar de la Zona Sur, cuanto juego y medio debajo de los súper Pericos de Puebla, que llegaron a ganar 21 de 22 enfrentamientos, y que antes de la mencionada pausa han bajado un poco el ritmo, y llevan seis triunfos en sus últimos diez choques.
La cosa es que en la estadística global, los Leones llevan un buen paso, con algunos "tumbos" normales, pero en general, siempre saliendo con las victorias en la bolsa, pese a que queda la sensación de que se pudieron ganar cuatro o cinco juegos que dejaron ir los cerradores, en especial Ramón Troncoso, a quién se le esperó de más.
Siempre en lo estadístico, el equipo melenudo se ubica en el puesto de 13 de 16 clubes del porcentaje de bateo colectivo, con un pobre .261, no muy lejos del último lugar, que tienen los Delfines de Ciudad del Carmen (.254) y sí muy lejos de la cima que ocupan los Diablos Rojos (.317).
El bateo no ha sido lo mejor del equipo, aunque en la recta final mejoraron, ya que suman 40 carreras en esos ocho últimos encuentros, lo que les da un promedio de cinco por encuentro. La cosa es que en 54 encuentros se situan en el lugar con 11 de carreras anotadas, con 229; en el puesto 14 de hits conectados, con 466;  el casillero 14 en jonrones, con 22; el décimo en carreras impulsadas, con 213 y el último lugar en bases robadas, con 15 en 31 intentos, o sea que los han puesto fuera en 16, anoche la última, cuando Ricardo Serrano se robó la antesala, pues llegó antes que la pelota, pero llegó con tanta fuerza en su barrida, que se pasó y lo enfriaron.
En lo individual, ninguno de los melenudos titulares batean arriba de .300, ya que en el equipo sólo lo hacen Manuel Cruz, quien sólo ha participado en ocho juegos, y la grata revelación que ha sido Kristian Delgado, con .308 en 23 encuentros. Los que no andan en su nivel, sin duda el que llama la atención es el dominicano Jesús "Cacao" Valdez, con .276, quien si bien ha dado batazos oportunos, no ha sido el campeón de bateo de 2015.
En el pitcheo colectivo, los Leones han salido adelante, pues ocupan el cuarto lugar de efectividad, con un 3.67 de efectividad, detrás del líder Vaqueros Laguna (sus hermanitos), que tiene 3.25. En el Sur, los campeones Tigres de Quintana Roo son terceros generales, con 3.32. En otros rubros, los Leones son el equipo que menos jonrones ha permitido, con 23, y es tercero en salvamentos, con 18, a pesar de que no ha tenido un cerrador fijo.
Sin duda, el cubano Yoanner Negrín ha sido el pilar de la rotación, con su sobresaliente récord de ocho ganados y un perdido, su efectividad de 1.95, sus 38.1 entradas sin permitir anotación y sus tres juegos completos. El "caballo de caballos" del equipo.
El resto de la rotación también tiene a un destacado estadounidenses Krammer Sneed, con 5-3 en ganados y perdidos, y una efectividad de 2.43, y Jonathan Castellanos va de 4-3 y 4.27; Marco Quevedo de 2-1 y y 2.77 y Danny Gutiérrez de 2-3 y 3.44. En los relevos, Jesús Barraza y Freddy Quintero tienen 3-0, y Mario Meza sobresale con un 2-1 y 1.48 de efectividad, al igual que el zurdo Miguel Aguilar, con 0-0 y 2.40. Entre los que no han sido regular, desafortunadamente, se encuentra el yucateco Manuel Rodríguez, quien tiene 1-0 y un alto porcentaje de carreras limpias admitidas, con 7.15, sin duda no ha sido el "Bolon" del año pasado, pero es entendible, pues es apenas su segunda temporada como profesional, y el haber sido el Novato del Año de 2015, es una losa dura que cargar.
Ya hablando en otros aspectos, los cuales se tienen que mencionar, y seguramente mejorar, es en el tema de no haber encontrado aún un primer bate, el último fue el cubano Ramón Lunar, a quien ya se le dio las gracias, pues en ocho juegos apenas bateo siete hits. Todos extrañan al estadounidense Corey Wimberly, quien ha tardado más de lo esperado de su fuerte lesión del año pasado, y se ha metido en problemas extradeportivos que lo tienen en una situación complicada, pues este fin de semana en Chetumal buscará demostrar que dejó atrás todo, y puede regresar al primer equipo melenudo (claro habrá que saber si la liga cobrará el millón de pesos de multa por haber sido detenido en un alcoholimetro).
También hay que decir que esta primera etapa de la temporada, el mánager Wilfredo Romero no ha tenido al público de su lado, sobre todo, porque a varias personas no les gusta su forma de dirigir, simple y sencillamente, ya que lo acusan de no apegarse al "béisbol pequeño" que tanto revolucionó el puertorriqueño Lino Rivera, y de descansar demasiado a los titulares, ya que son pocas las veces que ha repetido alineación.}
También Romero ha estado en el "ojo del huracán" por el señalamiento, vía twitter que hizo Jaime Pedroza cuando lo enviaron a Vaqueros, y la discusión en la loma, subida de tono, que tuvo con el pitcher Danny Gutiérrez, de la cual se disculpó por su reacción, y admitió que a veces su carácter lo gana, pero eso no significa que hayan problemas internos.
Sin dudas, el inicio de la segunda vuelta, o reinicio tras la pausa del Juego de las Estrellas, será una buena oportunidad para mejorar y enfilarse a mejorar lo hecho el año anterior, cuando cayeron en siete juegos en la final del Sur, sobre todo, porque es muy probable el regreso de Wimberly, el hecho de que Héctor Giménez podría dejar de contar con extranjero, pues se habla que

está cerca de la naturalización, y de que seguramente los hermanos Erik y Juan José Arellano no se quedarán con las manos quietas en cuanto a la contratación de jugadores que apuntalen el equipo.

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